El Doctor Edward Bach descubre y sistematiza un método de trabajo
terapéutico con las 38 esencias florales que elaboro (conocidas como las Flores
de Bach).
Actualmente trabajos de campo e investigación con las flores han
afinado dicho método terapéutico permitiendo acortar distancias en las crisis
curativas (enfermedades) y posibilitando la resolución de conflictos en un
tiempo más breve.
Las esencias
florales son remedios vibracionales. Su actuación
más evidente o evaluable es de incidencia emocional y por lo tanto, son de
utilidad contrastada en los procesos de estado de ánimo asociado a todo tipo de
desequilibrios físicos, mentales y emocionales de los seres vivos.
Las esencias
florales potencian las virtudes opuestas a estados emocionales disarmónicos,
que causan sufrimiento (estrés, miedo, incertidumbre), permitiendo equilibrar y
mantener una apreciación más armónica en un medio de vida cambiante como el
actual. Actúan en las causas profundas y sutiles de los conflictos humanos.
Desde el punto
de vista de la terapia floral, lo importante a observar, en un proceso de
enfermedad, no radica en los síntomas que la persona experimenta físicamente.
La importancia está en la valoración de la globalidad de la persona y la
relación que mantiene consigo misma y con su entorno; siendo prioritario
considerar que no existen enfermedades sino enfermos. Para lo cual, será
fundamental tener en cuenta la apreciación subjetiva del individuo respecto a
su existencia y sentimientos, esto es, valorar lo más posible la “vivencia
interior” del sujeto.
Las esencias
florales pueden usarse sin riesgo ya que no tienen acción bioquímica o
principio activo y, por tanto, no son posibles sobredosis, efectos secundarios
o dependencias. No son medicamentos y no interactúan con ellos. Pueden ser
usadas en cualquier edad, siendo especialmente eficaces en niños. Se pueden
aplicar a cualquier ser vivo (plantas, animales).
Pueden ser
asociadas a otros tratamientos o terapias, ya que siempre potencian el proceso
de curación y en los casos de procesos incurables aportan sosiego y paz
interior.
La Organización Mundial de la Salud (O.M.S.), desde 1976 incorpora
programas sobre métodos naturales de salud. Entre estos métodos, se encuentran
reconocidas las esencias florales o “Flores de Bach”. La O.M.S. remarca además,
el valor preventivo, complementario y de ahorro de estos métodos naturales, en
un marco de explosión demográfica y del alto coste sanitario mundial.
Las esencias florales
están clasificadas por dicha Organización, como método natural de salud, inocuo
y preventivo, dentro del apartado de terapias individualizadas.