En el interior de cada uno está el origen de los problemas y
también de las soluciones. En cada momento elegimos a qué prestamos atención de
nosotros mismos, qué queremos explorar, mejorar, cambiar. Las flores de Bach acompañan ese proceso de auto-conocimiento
y toma de conciencia, estimulando y facilitando el auto-descubrimiento.
Se trata de aprender a escuchar las sensaciones del cuerpo y la sabiduría
interior. Gracias a las flores, sus diferentes vibraciones y la guía del
terapeuta floral podemos contar con un apoyo y ayuda en casos de estrés,
depresión, inseguridad, miedo, indecisión, cansancio mental, timidez, celos,
agresividad, insomnio etc.